(Narra Harry)
No me esperaba para nada
encontrármela ahí, medio desnuda en medio de mi baño. Me quedé como bloqueado,
no sabía qué decir. Nunca me había puesto nervioso por estas cosas, ya que a mí
me gustaba ir desnudo por mi casa, pero al ser ella..., ¡pero qué digo! Si la
conocía de menos de un día y ya me ponía nervioso. No sabía que decirle, si
pedir perdón o poner una excusa. Así que me quedé quieto como un tonto,
mirándola fijamente. Ella debió de sentirse muy incómoda. Al cabo de unos
segundos que se hicieron interminables, me volvió la capacidad de hablar.
- Perdón, no sabía que estabas
aquí– dije muy nervioso. Ya éramos casi adultos, había que tomarse las cosas en
serio. Pero no podía. Seguí teniendo una mentalidad de adolescente total.
- No pasa nada, tranquilo– me di
cuenta de que estaba roja, y de que se intentaba tapar con una pequeña
camiseta, que no tapaba muy bien, porque aun podía ver sus delicadas y
preciosas piernas que quedaban al descubierto. Ella estaba realmente buena, y
eso se podía ver aunque se tapara.
- Os quedáis a cenar, ¿verdad?–
fue lo único que me salió de la boca.
- Harry, que te parece si hablamos
luego, es que me siento incómoda así como estoy– la había cagado rotundamente.
Yo estaba hablándole como si nada y ella muriéndose de vergüenza.
- Nos vemos abajo, y lo siento si
he hecho que te sintieras incómoda.
Salí muy rojo del baño y me
dirigí al comedor, donde estaban todos los demás riendo y chillando como locos.
Al llegar me llevé una sorpresa. Había llegado una de las personas que más quería
de toda la casa.
Ese era Louis. Fue una sorpresa muy agradable y nada
esperada. Se acercó a mi y me dio un gran abrazo. Era como un hermano.
- Tío, que sorpresa, ¿Qué haces ya aquí?
- Hubo un cambio de planes, porque Eleanor se ha puesto enferma y hemos tenido que suspender el viaje. ¿Te encuentras bien? Estás muy rojo...
-Ven, que te cuento - nos dirigimos al comedor para avisarles de que ahora volvíamos - chicos ahora volvemos, serán cinco minutos
- vale- dijeron todos al unisóno.
- Hubo un cambio de planes, porque Eleanor se ha puesto enferma y hemos tenido que suspender el viaje. ¿Te encuentras bien? Estás muy rojo...
-Ven, que te cuento - nos dirigimos al comedor para avisarles de que ahora volvíamos - chicos ahora volvemos, serán cinco minutos
- vale- dijeron todos al unisóno.
Nos uimos a la cocina y allí le
empeze a contar la historia. La verdad es que Louis siempre me guarda los
secretos y me ayuda lo que puede, nunca me falla. Cuando se lo conté se quedo
parado.
- Guau, si que debe de ser
especial porque nunca te habias puesto tan
rojo – empezó a reise y de un
golpe suave le hize callar.
Dejamos la cocina y volvimos con
las demas. Entonces bajó Sophie por las escaleras y entro al salón. Zayn se
puso en pie, e intenté resistir las ganas de reírme, pero no queria arruinarle
el momento de perfecto caballero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario