domingo, 11 de marzo de 2012

Capítulo 16


(Narra Louis)
Pobre Harry, me sentía mal por él. Esas fotos no se las esperaba ni él ni nosotros. No sabía que decir, estaba paralizado. Se acercó a mí, y a mi oído susurró “sálvame de esta, por favor” lo dijo con una voz temblorosa. No dudé en responder por él.
-   Bueno Harry, esperamos una respuesta – dijo el presentador con intriga.
-   Es una amiga de Harry, era muy tarde y la acompañó a su hotel. Nada más. – vi como me sonreía, era su forma de decirme gracias.
-   ¿Pero se quedó a dormir con ella? Porque no lo vieron salir – le guiñó el ojo a Harry. Este se quedó aún más helado. Iba a responder por él pero se me adelantó.
-   ¿Qué os importa que haga con mi vida? – dijo con una sonrisa falsa.
-   Vamos Harry, sabemos que esa chica es algo más que una amiga. Ya os han visto más de una vez juntos, no lo niegues. ¿Te gusta verdad?
-   ¡Y que si me gusta! ¿Tengo que anunciar mis sentimientos a todo el mundo? Por una vez me gustaría que la gente no se metiera en mi vida. Mira déjalo -  después de esto dejó la sala y se fue sin decir nada más. Me sentía mal por él, siempre las preguntas de este tema iban para él. Nunca tuvo intimidad en su vida sentimental. Al salir hablaría con el, eso lo tenía claro.
-   Pues chicos, aquí se acaba todo. Gracias por estar aquí y dadle recuerdos a la chica de Harry. Ay, que nuestro Harry se ha enamorado. – le hice una mirada furtiva antes de desaparecer por la puerta.
¿Dónde se había metido este chico? Lo buscamos por todos los rincones del estudio y luego por casa, pero no aparecía. Me dolía que estuviese así, siempre había sido un chico divertido, sin problemas sentimentales, siempre tan espontáneo…

(Narra Harry)
Después de salir del estudio, me dirigí hasta su casa. Quería decirle lo que la quería, que las palabras de antes no me salieron porque nunca me gustó tanto alguien como para decirle esto. Sabía que acababa de arruinar su vida íntima. Ahora los periodistas la buscarían y le haría pasar un mal rato por mi culpa. Estaba delante de la puerta y después de llamar al timbre intenté volver a respirar bien, ya que había corrido desde la otra punta de Londres hasta su casa. Me abrió María, tenía cara de disgusto. No me dijo nada, solo me abrió la puerta para que pudiera entrar. Una vez dentro la busqué con la mirada, no había rastro de ella.
-   Chicas, ¿Dónde esta? – las dos bajaron la mirada al suelo.
-   Se ha ido a dar una vuelta por Londres, dijo que necesitaba estar sola. – me dejé caer en el sofá y me tapé la cara con mis manos.
-   Todo esto es por mi culpa. Soy un estúpido.
-   Un poco sí – dijo Sophie aún entristecida.
-   Tengo que hacer algo para recompensar lo que le he hecho, ¿alguna idea? – levanté la mirada y las vi pensando en algo.
-   Dentro de poco es su cumpleaños, podrías hacerle algo – dijo María encogiendo los hombros. Estuve durante unos minutos pensando hasta que se me acudió la mejor idea de mi vida.
-   ¡Ya esta! Le voy a organizar el mejor cumpleaños de su vida. – se les iluminó la cara de golpe y emocionadas asintieron sin decir nada. - ¿Qué es la cosa que más quiere? – se miraron entre ellas y luego rieron
-   ¡A ti! – en ese instante mi corazón latió con más fuerza, creo que hasta me puse rojo ya que aún se reían más – También que Inés venga a su fiesta, pero eso ya es imposible.
-   ¡Ya lo sé! – dijo Sophie levantando la mano – desde hace muchísimo sueña con tener un vestido pero hay un problema.
-   ¿Cuál? Si ella lo quiere lo tendrá. No puedo hacer menos por ella – dejaron escapar un Osh, el cual me hizo sacar una sonrisa.
-   ¡Cuesta 1500 dólares! - ¿1500 dólares? ¿Pero había vestidos así de caros? Pensé que caro, pero luego me acordé que era para ella y si lo deseaba lo tendría. – te voy a enseñar la foto – desapareció del salón para ir a buscarlo.
-    Ya se que haré. Haber que te parece a ti – se sentó a mi lado, cruzó las pierna y espero a que le contara – Voy a organizar la fiesta en el hotel del centro, le voy a comprar ese vestido y voy ha hacer que Inés pueda venir – abrió la boca sin saber como expresar la emoción.
-   Le va a encantar. Y aún más si eres tú el que lo hace. Pero… ¿no te gastaras mucho dinero con todo esto?
-   No mucho. El hotel es de un amigo de mi madre, y seguramente me lo prestará. La música, comida y tal el mismo hotel me lo dará. Lo que me costará caro será el vestido y hacer que vuestra amiga pueda venir.
-   Después de esto será toda tuya. Se rendirá a tus pies – pensé “eso espero”.
En ese momento apareció Sophie con la revista del vestido. Cuado me lo enseñó me la imaginé con el. Me mordí el labio en señal de aprobación, lo cual hizo que rieran. Iba a hacer que esa noche fuera perfecta para ella.
-   Primero prometedme que no diréis nada, segundo, tenéis que ayudarme con el vestido y tercera ayudadme a que sea la mejor noche de su vida.
-   Prometido – se pusieron la mano en el corazón en señal de que me lo prometían.
-   Lo que me duele es que durante estos días no podré estar con ella. Creo que se enfadará conmigo. – me puse triste.
-   Valdrá la pena, ya verás – dijo Sophie sonriendo.
En ese momento decidí marcharme y empezar con el plan. Necesitaría que los chicos me ayudaran ya que solo tenía cuatro días para organizarlo todo. Me despedí de ellas y feliz por lo que iba hacer me fui hasta mi casa a contárselo todo a los chicos.

(Narra María)
Estuvimos horas hablando con Sophie sobre el vestido y la fiesta. Ya deseábamos que llegase el día. En ese instante Carla entró en el salón. Nos callamos enseguida. Se extrañó mucho pero no le dio importancia ya que estaba un poco depre por todo lo ocurrido. Nos dijo que se iba a dormir y que por favor no la molestáramos. ¡Pero si eran las ocho! Le dimos las buenas noches y desapareció por la puerta. Entonces nos pusimos en contacto con los chicos para quedar para comprar los regalos, hacer las invitaciones, conseguir el billete de Inés y todo. Estaba segura de que todo esto prometería.
Esto también me ayudaría a poder hablar más con Louis, tenía que conseguir que se enamorara de mí. Estaba segura de que me costaría, pero tenía todo el tiempo del mundo. La que también estaba un poco rara era Sophie, aún seguía muy afectada por lo de Zayn, no le dirigía la palabra, lo evitaba y lo que le dolía más, intentaba olvidarse de él.
Cuando estuvimos a punto de irnos a dormir el móvil de Sophie sonó.

(Narra Sophie)
Mire mi móvil y vi que Zayn me estaba llamando, me lo pensé dos veces antes de contestar, pero el final accedí a cogerlo.
-   Hola
-   Hola Sophie
-   ¿Que quieres?- le pregunté yo un poco borde ya que seguía enfadada con él.
-   Yo solo quería hablar contigo sobre lo que pasó el otro día- al darse cuenta de que yo no iba a contestar siguió hablando- quería pedirte perdón por lo que hice aquella noche y quería arreglar las cosas entre nosotros, porque me importas mucho.
-   No hay nada entre nosotros y nunca lo habrá
-   Pero…
-   Nada de peros, no hay nada entre nosotros- noté como las lagrimas caían por mis mejillas a cada palabra que pronunciaba, aunque todo mi ser quería decirle que le amaba, sabía que nunca podríamos estar juntos, ya que el no sentía lo mismo por mi – buenas noches Zayn- corté la llamada y subí a mi habitación a seguir llorando.

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