(Narra Carla)
El día anterior había sido muy duro, estaba tan cansada
que me dormí en dos segundos. En lo único que pensaba era en Harry, el mensaje
y luego otra vez en Harry. Recordé lo que me dijo Louis “da ilusiones a las
chicas” ¿y si estaba jugando conmigo? Decidí dejar el tema y levantarme de la
cama. Eran las 12 pasadas, estaba sola en la habitación así que me di una ducha
rápida, me arreglé y luego me vestí. Me puse una falda gris claro por encima de
la rodilla con una camisa blanca básica y las mismas sandalias marrones de
ayer. Salí de la habitación y fui hacia el comedor donde me estaban esperando
para comer. Pasamos el resto del día entre charlas y risas.
Solo faltaba una hora para el concierto así que, cogimos
lo necesario y nos retocamos un poco. Al bajar al vestíbulo para salir, Sonia
la tia de María, nos dijo que se tenían que marchar a Barcelona por razones de
trabajo durante dos semanas y que nos quedaríamos solas. Dijo que no hiciéramos
nada de lo que arrepentirnos y que de vez en cuando la llamáramos. Asentimos,
nos despedimos y marchamos hacía el concierto.
Estábamos delante de la entrada y muy emocionadas
entramos y nos situamos en la sexta fila de pista. Se veía bastante bien, así
que no nos movimos de ahí. Estuvimos esperando una hora, se nos pasó muy rápido
ya que planeábamos que hacer al verlos. La que estaba más emocionada era María
ya que nunca en su vida los había visto en persona. De repente las luces se
apagaron y cinco chicos perfectos aparecieron de detrás de una pantalla.
Cantaron todas las canciones del disco más unas cuantas más. Pasamos las horas
cantando y chillando, ya casi no nos quedaba voz. Llegó la última canción, What
makes you beautiful. Era una canción tan preciosa… y más cuando llegó el solo
de Harry, mi mirada se fijó en él, perdiéndome en sus ojos. Las chicas se
rieron de mi y yo con ellas. Ya había terminado el concierto, era triste pero
lo que nos alegraba era que ahora les veríamos. Nos dirigimos donde se suponía
que debíamos esperar. Había 10 chicas más nosotras tres. Al llegar ya pasamos
hacía dentro, un guardia nos acompaño hacía una gran puerta. Todas entraron, y
se pusieron rápidamente ha hablar con ellos. Me temblaban las piernas, no sabía
que decir y hacer. Sophie se dirigió hacía Zayn, se puso ha hablar con él muy
animadamente y María, María se puso ha hablar con Louis. Era raro en ella, ya
que era tímida y le costaba entrar a la gente. Parecía muy encantada de estar
con él.
Dirigí la mirada hacía Harry, estaba con la mayoría de la
chicas de la sala. En ese momento sentí mucha envidia. Tenía la mirada fija en
él. Giró la cara hacía mi y me vio, fue un momento muy incómodo para mí, ya que
me pilló mirándole fijamente. Sonrió muy dulcemente, estaba tan absorta con él,
que cuando alguien me toco el hombro, salté del susto que me hizo. Era Niall.
En ese instante Harry se rió de mí, ya que pudo ver el vergonzoso momento, me
miró atentamente controlando lo que hacía.
- Lo siento no pretendía asustarte. ¿Puedo hablar contigo un momento?
- No pasa nada, dime – le seguí hasta la puerta y al salir Niall se puso
delante de mí.
- Para empezar te quería pedir perdón, por todo lo que pasó ayer, y segundo
que me gustaría empezar desde cero contigo. Nunca quise decirte eso – parecía
arrepentido de verdad, así que asentí y le di un gran abrazo.
Estuvimos hablando durante un rato, al cabo de un rato
decidimos entrar y reunirnos con los demás. Entramos y las demás chicas ya se
habían ido, todos fijaron la mirada en nosotros, sobre todo Harry que tenía
cara de querer saber lo que pasó.
- María nos ha invitado a su casa a cenar. ¿Os apuntáis? – dijo Louis
poniendo el brazo por encima de María. Ella se puso nerviosa.
- ¡Pues claro! Nos lo pasaremos bien – dijo Zayn que estaba con Sophie en un
sofá.
- Pues perfecto, ¿vamos? – dije emocionada.
Salieron todos de la habitación, menos yo que era la
última. Todos iban hablando entre ellos. Harry giró la mirada hacía mi y vino
sin decir nada. Que nerviosa que estaba, ¿que me iba a decir? Tenía que
controlarme. Se puso a mi lado y me miró con una cara divertida.
- ¿Qué te pasa Styles? – dije nerviosa
- Eso me lo tienes que decir tú ¿Qué ha pasado con Niall?
- ¿Qué, estas celoso? – me empecé a reí, él giró la cara y se puso más serio.
– no ha pasado nada, me ha pedido perdón y que empecemos de nuevo.
- Ah, vale – dijo volviendo a mirarme a la cara – que me cuentas sobre tu vida,
quiero conocerte.
- Me llamo Carla tengo 16, la semana que viene hago 17, vivo en Manchester y
no mucho más – esa no era la respuesta que él esperaba- ¿y tú? Algo que no sepa
- Pues que estoy al lado de la chica más guapa del mundo – me guiño el ojo.
Debía estar tan roja que aparté la mirada de él – me encanta cuando te pones
roja – definitivamente, en ese momento creía que me moría.
(Narra Sophie)
Estaba hablando con Zayn de tonterías cuando una limosina
apareció delante de nosotros. Era enorme, no bromeaba. La última vez que fui en
una fue en New York pero no era ni más ni menos como esta. Zayn me abrió la
puerta y entré, seguido de él que se sentó a mi lado. Carla y Harry se sentaron
a nuestro lado, llevaban todo el rato hablando y riendo. La conocía
perfectamente y sabía que se moría por sus huesos y Harry no lo conocía tanto,
pero creo que más de lo mismo. María se sentó con Louis, ella no paraba de
reírse, creo que jamás en su vida se había reído tanto. Se notaba que se lo
pasaba bien. Liam y Niall se sentaron al lado de Louis.
Estaba tan cansada que me apoyé en el hombro de Zayn y en
unos segundos caí en un profundo sueño.
- Sophie despierta – me susurró una dulce voz a mi oído – que ya hemos
llegado – esa dulce voz, como no era Zayn. Llevaba soñando que me despertara
así hacía años y porfin se cumplió. Me di cuenta que mis sueños ya casi ni lo
eran.
- ¡Ay! Me he quedado dormida, debo tener una cara…
- Preciosa, esa es como esta tú cara – ¿pero como podía ser tan perfecto este
chico? No sabía como reaccionar, lo único que hice fue responderle con una
sonrisa.
Entramos en casa y todos se sentaron en el sofá, menos
Carla que dijo que iba ha hacer unas llamadas. Salió por la puerta del jardín y
seguidamente me senté al lado de Zayn. Empezaron una conversa, se reían, yo no
prestaba atención solo miraba de reojo al chico que estaba a mi lado.
- Bueno Sophie… -dijo Niall. Fijé la mirada en él - ¿Qué hay entre Zayn y tú?
En ese instante el mundo se me nubló, sin saber que decir
o actuar.
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