viernes, 9 de marzo de 2012

Capitulo 15


(Narra Carla)
Era la última persona que quería ver en estos instantes era a él. Ese chico que llevaba toda mi vida a mi lado, con el que jugaba, discutía y mucho más. Me lo quería mucho, pero en una de estas situaciones, a la persona que menos desearías encontrar sería a mí hermano. Cerró la puerta dejándome con las palabras en la boca. Harry no tenía ni idea de quien era ese chico, no sabía si sabía que era mi hermano. Puede que se pensara que era mi novio o ex. Antes de que preguntara le aclaré bien las ideas.
-   Era mi hermano – cuando dije eso abrió la boca al completo, se quedó alucinado – voy a hablar con él.
No sabía como dirigirme a él ni que decirle así que, tomé aire y me levanté de la cama. Me puse el primer chándal que vi por la habitación y luego salí muy enfadada de ella. Ahí me esperaba, con las manos cruzadas y con cara de enfadado. Creo que la que tendría que estar enfadada sería yo, por entrar sin llamar antes a la puerta.
-    ¿No sabes llamar antes de entrar? – dije seca y cortante
-   ¿Qué se suponía que hacías con ese chico? – estaba a punto de contestarle “a ti que te importa” pero luego me acordé de que era mi hermano y no lo podía tratar así. No supe que responder. – Además parece mayor que tú ¿Cuántos años tiene? – cada vez se parecía más a mi madre, igual de directa.
-    18 – lo dije muy bajito aún así me escuchó.
-    ¿Qué? No ves que se esta aprovechando de ti, un chico de su edad siempre se busca a una de mayor no una como tú – eso me dolió y muchísimo. Pero ¿y si era verdad?, no no y no Harry no era así ¿no? Yo le quería con mi vida, mi corazón latía gracias a él y mis sonrisas eran producto de su perfección. Lo tenía que hablar con él lo antes posible.
-    Prefiero descubrirlo por mi misma ¿vale? Ahora por favor vete, que ya has hecho mucho daño hoy – le sonreí falsamente, el cual se dio cuenta.
-    Lo siento, no quería hacerte daño, pero… ten en cuenta que te lo dije. Cuando estés por los suelos piensa que siempre tendrás a tu hermano nunca lo olvide. – se fue por el pasillo sin decir nada más.
Decidí entrar en la habitación y hablarlo con Harry, quería estar segura de que no se aprovechaba de mí. El corazón me palpitaba con fuerza y no podía dejar de pensar en él. Ahora si que estaba nerviosa. Cuando abrí la puerta estaba vestido sentado en la cama.
-   Siento lo de tu hermano, he escuchado la conversación y quiero que sepas que no me aprovecho de ti, me crees ¿no?
-    No lo se Harry, es que estamos jugando el uno con el otro y en verdad no somos nada. No se si significo tanto para ti como tú significas para mi. - No me moví del lugar ya que mis piernas no me respondían, me entraron los nervios que me dieron la primera vez que lo vi y me aterroricé ante su intimidante mirada. Necesitaba que dijera algo lo más rápido posible.
-   Joder Carla – se tapó la cara con las manos – no es lo mío lo que te voy a decir pero… creo que valdrá la pena. Desde el día en que te caíste encima de mis brazos empecé a sentir algo que jamás sentí por nadie. Eras como un ángel caído del cielo, como todas las estrellas juntas, eres increíble. Cuado te besaste con Niall pude asegurarme de que me gustabas, el dolor que sentí era muy profundo, quería morirme, desaparecer o poder volver al pasado, todo menos ver eso. Pasar un día sin ti era pasarlo pensando en ti, esa sonrisa, tu forma de caminar, tu pelo… todo ello me encanta, por eso quiero decirte que te… - no le salían las palabras, nunca le había visto tan nervioso jamás creí que unas palabras pudieran hacer que mi mundo diera la vuelta, que cambiase mi forma de pensar solo por él. No pude hacer otra cosa que abrazarle, volver a sentir su latido del corazón.
-    No hace falta que digas nada, piénsatelo bien y en otro momento me lo dices - ¿me iba a decir que me quería? ¿Por qué no dijo nada? Mejor le dejaba pensarlo bien, creo que el se quedó más sorprendido que yo.
Salí de la habitación dejándolo solo con las palabras en la punta de la lengua. Quería hablar con mis amigas y los chicos, volver a pasarlo bien. Bajé las escaleras lentamente sin hacer ruido. Estaban todos sentados en los sofás conversando de cosas sin importancia. Cuando me vieron aparecer se quedaron todos en silencio, sin mirarme a los ojos. Me senté al lado de María la cual me miraba alucinada. Me empecé a reí yo sola, mientras los demás me miraban.
-    Os aseguro que no ha pasado nada, se que es lo que lleváis horas intentando averiguar pero… no ha pasado nada.
-    Uff, suerte, porque nos tenias muy asustados – María me abrazó junto con Sophie - ¿y con tu hermano? Parecía disgustado cuando se ha ido.
-    Nada, nada, todo bien– añadí mientras sonreía como jamás lo hice - ¿queréis hacer algo esta tarda?
-    ¡Ojala! pero tenemos una entrevista en la tele. Espero que nos veáis. – dijo Zayn mirando a Sophie, ella no le respondió solo giró la cara. No sabía que pasaba, así que luego hablaría con ella.
Al cabo de un rato bajó Harry de arriba, estuvimos unos minutos un poco incómodos pero luego empezamos a hablar con más normalidad. Decidieron irse para prepararse para la entrevista. Después nos pusimos las tres en el sofá para aclarar lo ocurrido. Se lo conté todo con pelos y señales y luego ellas. Que emocionante lo que nos pasaba, pero estaba preocupada por Sophie, quería mucho a Zayn y lo que él le hizo no estuvo nada bien. María y yo la intentábamos apoyar para que no se preocupara, nada de esto funcionaba.

(Narra Harry)
Se lo acabé contando todo a los chicos excepto lo que pasó en la habitación, esas palabras que no me salieron, en ese momento no me reconocía, no parecía yo.
Faltaban cinco minutos para la entrevista así que nos peinaron y todo, pero yo no podía parar de pensar en Carla, esa chica tan hermosa que me había robado el corazón desde el primer día en que la conocí.
Nos sentamos en los sofás del centro de la sala a esperar a que empezara. De repente se abrieron las luces y el presentador apareció. Empezamos ha hablar de nuestra próxima gira y el disco, cuando ya pensábamos que se acababa, aparecieron unas fotos en la pantalla, las cuales hicieron que la sangre se me helara y el corazón se me parase. No me lo podía creer.

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