domingo, 11 de marzo de 2012

Capítulo 16


(Narra Louis)
Pobre Harry, me sentía mal por él. Esas fotos no se las esperaba ni él ni nosotros. No sabía que decir, estaba paralizado. Se acercó a mí, y a mi oído susurró “sálvame de esta, por favor” lo dijo con una voz temblorosa. No dudé en responder por él.
-   Bueno Harry, esperamos una respuesta – dijo el presentador con intriga.
-   Es una amiga de Harry, era muy tarde y la acompañó a su hotel. Nada más. – vi como me sonreía, era su forma de decirme gracias.
-   ¿Pero se quedó a dormir con ella? Porque no lo vieron salir – le guiñó el ojo a Harry. Este se quedó aún más helado. Iba a responder por él pero se me adelantó.
-   ¿Qué os importa que haga con mi vida? – dijo con una sonrisa falsa.
-   Vamos Harry, sabemos que esa chica es algo más que una amiga. Ya os han visto más de una vez juntos, no lo niegues. ¿Te gusta verdad?
-   ¡Y que si me gusta! ¿Tengo que anunciar mis sentimientos a todo el mundo? Por una vez me gustaría que la gente no se metiera en mi vida. Mira déjalo -  después de esto dejó la sala y se fue sin decir nada más. Me sentía mal por él, siempre las preguntas de este tema iban para él. Nunca tuvo intimidad en su vida sentimental. Al salir hablaría con el, eso lo tenía claro.
-   Pues chicos, aquí se acaba todo. Gracias por estar aquí y dadle recuerdos a la chica de Harry. Ay, que nuestro Harry se ha enamorado. – le hice una mirada furtiva antes de desaparecer por la puerta.
¿Dónde se había metido este chico? Lo buscamos por todos los rincones del estudio y luego por casa, pero no aparecía. Me dolía que estuviese así, siempre había sido un chico divertido, sin problemas sentimentales, siempre tan espontáneo…

(Narra Harry)
Después de salir del estudio, me dirigí hasta su casa. Quería decirle lo que la quería, que las palabras de antes no me salieron porque nunca me gustó tanto alguien como para decirle esto. Sabía que acababa de arruinar su vida íntima. Ahora los periodistas la buscarían y le haría pasar un mal rato por mi culpa. Estaba delante de la puerta y después de llamar al timbre intenté volver a respirar bien, ya que había corrido desde la otra punta de Londres hasta su casa. Me abrió María, tenía cara de disgusto. No me dijo nada, solo me abrió la puerta para que pudiera entrar. Una vez dentro la busqué con la mirada, no había rastro de ella.
-   Chicas, ¿Dónde esta? – las dos bajaron la mirada al suelo.
-   Se ha ido a dar una vuelta por Londres, dijo que necesitaba estar sola. – me dejé caer en el sofá y me tapé la cara con mis manos.
-   Todo esto es por mi culpa. Soy un estúpido.
-   Un poco sí – dijo Sophie aún entristecida.
-   Tengo que hacer algo para recompensar lo que le he hecho, ¿alguna idea? – levanté la mirada y las vi pensando en algo.
-   Dentro de poco es su cumpleaños, podrías hacerle algo – dijo María encogiendo los hombros. Estuve durante unos minutos pensando hasta que se me acudió la mejor idea de mi vida.
-   ¡Ya esta! Le voy a organizar el mejor cumpleaños de su vida. – se les iluminó la cara de golpe y emocionadas asintieron sin decir nada. - ¿Qué es la cosa que más quiere? – se miraron entre ellas y luego rieron
-   ¡A ti! – en ese instante mi corazón latió con más fuerza, creo que hasta me puse rojo ya que aún se reían más – También que Inés venga a su fiesta, pero eso ya es imposible.
-   ¡Ya lo sé! – dijo Sophie levantando la mano – desde hace muchísimo sueña con tener un vestido pero hay un problema.
-   ¿Cuál? Si ella lo quiere lo tendrá. No puedo hacer menos por ella – dejaron escapar un Osh, el cual me hizo sacar una sonrisa.
-   ¡Cuesta 1500 dólares! - ¿1500 dólares? ¿Pero había vestidos así de caros? Pensé que caro, pero luego me acordé que era para ella y si lo deseaba lo tendría. – te voy a enseñar la foto – desapareció del salón para ir a buscarlo.
-    Ya se que haré. Haber que te parece a ti – se sentó a mi lado, cruzó las pierna y espero a que le contara – Voy a organizar la fiesta en el hotel del centro, le voy a comprar ese vestido y voy ha hacer que Inés pueda venir – abrió la boca sin saber como expresar la emoción.
-   Le va a encantar. Y aún más si eres tú el que lo hace. Pero… ¿no te gastaras mucho dinero con todo esto?
-   No mucho. El hotel es de un amigo de mi madre, y seguramente me lo prestará. La música, comida y tal el mismo hotel me lo dará. Lo que me costará caro será el vestido y hacer que vuestra amiga pueda venir.
-   Después de esto será toda tuya. Se rendirá a tus pies – pensé “eso espero”.
En ese momento apareció Sophie con la revista del vestido. Cuado me lo enseñó me la imaginé con el. Me mordí el labio en señal de aprobación, lo cual hizo que rieran. Iba a hacer que esa noche fuera perfecta para ella.
-   Primero prometedme que no diréis nada, segundo, tenéis que ayudarme con el vestido y tercera ayudadme a que sea la mejor noche de su vida.
-   Prometido – se pusieron la mano en el corazón en señal de que me lo prometían.
-   Lo que me duele es que durante estos días no podré estar con ella. Creo que se enfadará conmigo. – me puse triste.
-   Valdrá la pena, ya verás – dijo Sophie sonriendo.
En ese momento decidí marcharme y empezar con el plan. Necesitaría que los chicos me ayudaran ya que solo tenía cuatro días para organizarlo todo. Me despedí de ellas y feliz por lo que iba hacer me fui hasta mi casa a contárselo todo a los chicos.

(Narra María)
Estuvimos horas hablando con Sophie sobre el vestido y la fiesta. Ya deseábamos que llegase el día. En ese instante Carla entró en el salón. Nos callamos enseguida. Se extrañó mucho pero no le dio importancia ya que estaba un poco depre por todo lo ocurrido. Nos dijo que se iba a dormir y que por favor no la molestáramos. ¡Pero si eran las ocho! Le dimos las buenas noches y desapareció por la puerta. Entonces nos pusimos en contacto con los chicos para quedar para comprar los regalos, hacer las invitaciones, conseguir el billete de Inés y todo. Estaba segura de que todo esto prometería.
Esto también me ayudaría a poder hablar más con Louis, tenía que conseguir que se enamorara de mí. Estaba segura de que me costaría, pero tenía todo el tiempo del mundo. La que también estaba un poco rara era Sophie, aún seguía muy afectada por lo de Zayn, no le dirigía la palabra, lo evitaba y lo que le dolía más, intentaba olvidarse de él.
Cuando estuvimos a punto de irnos a dormir el móvil de Sophie sonó.

(Narra Sophie)
Mire mi móvil y vi que Zayn me estaba llamando, me lo pensé dos veces antes de contestar, pero el final accedí a cogerlo.
-   Hola
-   Hola Sophie
-   ¿Que quieres?- le pregunté yo un poco borde ya que seguía enfadada con él.
-   Yo solo quería hablar contigo sobre lo que pasó el otro día- al darse cuenta de que yo no iba a contestar siguió hablando- quería pedirte perdón por lo que hice aquella noche y quería arreglar las cosas entre nosotros, porque me importas mucho.
-   No hay nada entre nosotros y nunca lo habrá
-   Pero…
-   Nada de peros, no hay nada entre nosotros- noté como las lagrimas caían por mis mejillas a cada palabra que pronunciaba, aunque todo mi ser quería decirle que le amaba, sabía que nunca podríamos estar juntos, ya que el no sentía lo mismo por mi – buenas noches Zayn- corté la llamada y subí a mi habitación a seguir llorando.

viernes, 9 de marzo de 2012

Capitulo 15


(Narra Carla)
Era la última persona que quería ver en estos instantes era a él. Ese chico que llevaba toda mi vida a mi lado, con el que jugaba, discutía y mucho más. Me lo quería mucho, pero en una de estas situaciones, a la persona que menos desearías encontrar sería a mí hermano. Cerró la puerta dejándome con las palabras en la boca. Harry no tenía ni idea de quien era ese chico, no sabía si sabía que era mi hermano. Puede que se pensara que era mi novio o ex. Antes de que preguntara le aclaré bien las ideas.
-   Era mi hermano – cuando dije eso abrió la boca al completo, se quedó alucinado – voy a hablar con él.
No sabía como dirigirme a él ni que decirle así que, tomé aire y me levanté de la cama. Me puse el primer chándal que vi por la habitación y luego salí muy enfadada de ella. Ahí me esperaba, con las manos cruzadas y con cara de enfadado. Creo que la que tendría que estar enfadada sería yo, por entrar sin llamar antes a la puerta.
-    ¿No sabes llamar antes de entrar? – dije seca y cortante
-   ¿Qué se suponía que hacías con ese chico? – estaba a punto de contestarle “a ti que te importa” pero luego me acordé de que era mi hermano y no lo podía tratar así. No supe que responder. – Además parece mayor que tú ¿Cuántos años tiene? – cada vez se parecía más a mi madre, igual de directa.
-    18 – lo dije muy bajito aún así me escuchó.
-    ¿Qué? No ves que se esta aprovechando de ti, un chico de su edad siempre se busca a una de mayor no una como tú – eso me dolió y muchísimo. Pero ¿y si era verdad?, no no y no Harry no era así ¿no? Yo le quería con mi vida, mi corazón latía gracias a él y mis sonrisas eran producto de su perfección. Lo tenía que hablar con él lo antes posible.
-    Prefiero descubrirlo por mi misma ¿vale? Ahora por favor vete, que ya has hecho mucho daño hoy – le sonreí falsamente, el cual se dio cuenta.
-    Lo siento, no quería hacerte daño, pero… ten en cuenta que te lo dije. Cuando estés por los suelos piensa que siempre tendrás a tu hermano nunca lo olvide. – se fue por el pasillo sin decir nada más.
Decidí entrar en la habitación y hablarlo con Harry, quería estar segura de que no se aprovechaba de mí. El corazón me palpitaba con fuerza y no podía dejar de pensar en él. Ahora si que estaba nerviosa. Cuando abrí la puerta estaba vestido sentado en la cama.
-   Siento lo de tu hermano, he escuchado la conversación y quiero que sepas que no me aprovecho de ti, me crees ¿no?
-    No lo se Harry, es que estamos jugando el uno con el otro y en verdad no somos nada. No se si significo tanto para ti como tú significas para mi. - No me moví del lugar ya que mis piernas no me respondían, me entraron los nervios que me dieron la primera vez que lo vi y me aterroricé ante su intimidante mirada. Necesitaba que dijera algo lo más rápido posible.
-   Joder Carla – se tapó la cara con las manos – no es lo mío lo que te voy a decir pero… creo que valdrá la pena. Desde el día en que te caíste encima de mis brazos empecé a sentir algo que jamás sentí por nadie. Eras como un ángel caído del cielo, como todas las estrellas juntas, eres increíble. Cuado te besaste con Niall pude asegurarme de que me gustabas, el dolor que sentí era muy profundo, quería morirme, desaparecer o poder volver al pasado, todo menos ver eso. Pasar un día sin ti era pasarlo pensando en ti, esa sonrisa, tu forma de caminar, tu pelo… todo ello me encanta, por eso quiero decirte que te… - no le salían las palabras, nunca le había visto tan nervioso jamás creí que unas palabras pudieran hacer que mi mundo diera la vuelta, que cambiase mi forma de pensar solo por él. No pude hacer otra cosa que abrazarle, volver a sentir su latido del corazón.
-    No hace falta que digas nada, piénsatelo bien y en otro momento me lo dices - ¿me iba a decir que me quería? ¿Por qué no dijo nada? Mejor le dejaba pensarlo bien, creo que el se quedó más sorprendido que yo.
Salí de la habitación dejándolo solo con las palabras en la punta de la lengua. Quería hablar con mis amigas y los chicos, volver a pasarlo bien. Bajé las escaleras lentamente sin hacer ruido. Estaban todos sentados en los sofás conversando de cosas sin importancia. Cuando me vieron aparecer se quedaron todos en silencio, sin mirarme a los ojos. Me senté al lado de María la cual me miraba alucinada. Me empecé a reí yo sola, mientras los demás me miraban.
-    Os aseguro que no ha pasado nada, se que es lo que lleváis horas intentando averiguar pero… no ha pasado nada.
-    Uff, suerte, porque nos tenias muy asustados – María me abrazó junto con Sophie - ¿y con tu hermano? Parecía disgustado cuando se ha ido.
-    Nada, nada, todo bien– añadí mientras sonreía como jamás lo hice - ¿queréis hacer algo esta tarda?
-    ¡Ojala! pero tenemos una entrevista en la tele. Espero que nos veáis. – dijo Zayn mirando a Sophie, ella no le respondió solo giró la cara. No sabía que pasaba, así que luego hablaría con ella.
Al cabo de un rato bajó Harry de arriba, estuvimos unos minutos un poco incómodos pero luego empezamos a hablar con más normalidad. Decidieron irse para prepararse para la entrevista. Después nos pusimos las tres en el sofá para aclarar lo ocurrido. Se lo conté todo con pelos y señales y luego ellas. Que emocionante lo que nos pasaba, pero estaba preocupada por Sophie, quería mucho a Zayn y lo que él le hizo no estuvo nada bien. María y yo la intentábamos apoyar para que no se preocupara, nada de esto funcionaba.

(Narra Harry)
Se lo acabé contando todo a los chicos excepto lo que pasó en la habitación, esas palabras que no me salieron, en ese momento no me reconocía, no parecía yo.
Faltaban cinco minutos para la entrevista así que nos peinaron y todo, pero yo no podía parar de pensar en Carla, esa chica tan hermosa que me había robado el corazón desde el primer día en que la conocí.
Nos sentamos en los sofás del centro de la sala a esperar a que empezara. De repente se abrieron las luces y el presentador apareció. Empezamos ha hablar de nuestra próxima gira y el disco, cuando ya pensábamos que se acababa, aparecieron unas fotos en la pantalla, las cuales hicieron que la sangre se me helara y el corazón se me parase. No me lo podía creer.

jueves, 8 de marzo de 2012

Capítulo 14

(Narra Carla)
Lentamente abrí los ojos, la cabeza parecía que me fuera a estallar. No me acordaba de nada y lo más fuerte era que no sabía donde estaba. Me incorporé en la cama y observé todo a mí alrededor, esa habitación que jamás había visto. Entonces noté como algo se movía a mi lado. No pude contenerme y chillé del susto. No me lo podía creer ¡Era Harry! Y ¿Qué hacía yo sin sujetador? Del grito que hice abrió los ojos de golpe. Se quedó igual de alucinado que yo y más al verme como estaba. Yo rápidamente me tapé con las sabanas.
-   ¿Qué demonios ha pasado aquí? No me acuerdo de nada.
-   Ya somos dos –le miré de arriba a bajo, vaya cuerpo que tenía – de lo último que me acuerdo es cuando salimos a bailar.
-   Yo ni de eso – parecía preocupado. Me tapé la cara con las manos y él de seguida vino a abrazarme – Tranquila, si hubiéramos hecho algo me acordaría – Que imbécil podía llevar a ser. Me levanté sin decir nada y fui a buscar mi ropa. Me fijé como me miraba de arriba abajo.
-   ¡No mires! – sonrió
-   Ya he visto todo lo que tenía que ver – No lo soportaba más, me acabé de vestir y rápidamente salí de esa habitación, donde el misterio nos rodeaba sin saber por donde empezar a buscar.

(Narra Harry)
No se tomó muy bien lo que le acababa de decir ¿Qué debió pasar? Creo que nunca lo sabría, ya que el alcohol te hacía hacer de todo. Decidí ir ha hablar con ella, no quería que se enfadara conmigo y menos ella. La conocía de hacía poco tiempo pero ya era alguien muy importante para mí. Me puse el pantalón, cogí el resto de ropa y salí en busca de ella. Bajé por las escaleras del edificio y al llegar a la salida la vi, estaba perdida, sin saber a donde ir. Me acerqué por detrás y guardando la distancia le dije:
-   Por favor no te enfades, no era mi intención – al girarse vi que tenía esos preciosos ojos llorosos. Eso me mataba, y ahora aún más, ya que todo era por mi culpa. Sentía algo por ella y no quería que sufriera por alguien tan idiota como yo.
-   No estoy enfadada contigo, es más nada de esto es por tu culpa. Es que yo nunca he… - se puso a llorar y no dude en abrazarla. Estuvimos así unos minutos hasta que decidí interrumpir.
-   Te acompaño a casa y más tarde hablamos, te prometo que no voy a decir nada a nadie ¿vale? – asintió con la cabeza y nos pusimos en camino de su casa.
No decíamos nada, solo nos mirábamos de reojo. Nuestras manos llevaban todo el camino rozandose, hasta que no pude controlarme y la cogí de la mano. Sonrió y seguimos en silencio hasta llegar a su casa. No sabía si entrar o quedarme fuera así que me paré en secó delante de la puerta. Me miró extrañada y luego se empezó a reír.
-   ¿Por qué te paras? – me gustaba que volviera a sonreír.
-   No se, ¿no crees que será muy incómodo cuando las chicas me vean llegar contigo después de no pasar la noche aquí? – no entendía como se podía llegar a reír tanto, me encantaba.
-   Vamos tonto, no pasa nada – me volvió a dar la mano, mientras que con la otra sacaba las llaves del bolso. Antes de entrar por la puerta se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla y me susurró “Gracias por ser como eres”. La sonrisa se me dibujó sola y me perdí otra vez con sus preciosos ojos.
Abrió la puerta lentamente y cuando ya estábamos dentro nos dimos cuenta que no estaban las chicas solas. Si no con los chicos. Carla se separó rápidamente de mí. Nos mirábamos sin saber que decir. Ella se fue arriba sin mirar a la cara a nadie y yo decidí quedarme aquí para no dar una mala idea a los chicos.  Le prometí que no diría nada y así sería. Me sentía muy incómodo con las miradas que me echaban los chicos y no tenía ni idea de que decir sin hacerle daño a Carla.

(Narra Sophie)
Llevábamos dos horas sentados sin saber que hacer y por donde empezar a buscar. No le dirigí la palabra a Zayn en todo el rato que llevaban aquí y cada vez que intentaba decirme algo cambiaba de tema, y empezaba a hablar con alguien. Si quería que le perdonara tendría que curárselo de verdad y hacer que volviera a confiar a él. De repente oímos como alguien entraba por la puerta. Eran Harry y Carla, ¡estaban cogidos de la mano!, se separaron al vernos a todos en el comedor. Carla subió por las escaleras sin decir nada y Harry se la quedó mirando. No se que pasó pero de momento no me gustaba mucho lo que veía. Se sentó en el sillón de al lado de la televisión y sin decir nada fijó su mirada al suelo.
-   ¿Tío que pasó ayer por la noche? – Louis siempre era el más directo, no se andaba con rodeos.
-   Tengo sed, ¿alguien quiere algo?- dijo el intentando cambiar de tema mientras se levantaba para ir a buscar algo de beber.
-   No te vas hasta que nos des una explicación de lo que ocurrió anoche.- dijo Louis.
-   No puedo deciros nada, se lo he prometido a Carla y yo cumplo con mis promesas – dijo elevando la voz mientras salía de la habitación.
-   Pero Harry…
-   Pero nada, una promesa es una promesa ¿vale?
Dejó el comedor y se fue en busca de Carla, todos nos moríamos por saber lo ocurrido pero él tenía razón, una promesa era una promesa. Los chicos se quedaron con la boca abierta. Creo que les extrañó esto de él.
-   ¿Qué os ocurre chicos? – dijo María, parecía que me leyera la mente. Iba a preguntar lo mismo.
-   La última vez que volvió a estas horas, se acostó con la chica de lo borracho que estaba, pero lo extraño es que nos lo contó. Esta vez no creo que haya pasado esto, porque ella estaría más enfada y además han llegado cogidos de la mano, y encima no nos lo quiere contar. Se nota que la quiere muchísimo – las palabras de Niall nos impactaron mucho, ¿Harry estaba loco por Carla? Que monos, de seguro que no tardarían en estar juntos.

(Narra Carla)

Vaya mierda todo, no me podía creer lo que me estaba pasando. ¿Por qué todo esto solo me ocurre a mí? Primero lo de Harry y ahora Inés. ¿Podía haber algo peor? Me tumbé en la cama y decidí maldecir mi vida. Alguien llamó a la puerta, no contesté pero igualmente pasó. Se sentó a mi lado en la cama, me acarició la cabeza y entonces me giré para ver quien era. Solo al verle le abracé, sabía que podía contar con él, aunque hubiera pasado lo que pasó me seguía sintiendo bien con él. Era un chico perfecto. Lo único que me asustaba era que me hiciera daño, que pasara de mí un día de estos, que se olvidara de mí, porque cada vez mis sentimientos hacia él eran más fuertes. 

(Narra Harry)
-   ¿Qué te ocurre? Si me lo quieres contar.
-   Una de mis mejores amigas me prometió que para mi cumpleaños estaría aquí, hace a penas minutos me ha llamado y me ha dicho que han retrasado el vuelvo cinco días. Por si no lo sabes mi cumpleaños es dentro de cuatro. ¿Por qué me pasa a mí todo lo malo?
-   No digas eso, no te preocupes, ya veras como todo sale bien ¿vale?  – me acerqué más a ella. Noté que se ponía nerviosa y su respiración se aceleraba.
-   Me… me tengo que cambiar de ropa, si no te importa… - ahora si que estábamos cerca, me miraba con nerviosismo y su respiración era discontinua.
-   Si quieres yo te ayudo – esa respuesta le sorprendió mucho ya que abrió los ojos al completo.
Sonrió, seguía nerviosa pero aún así, sonrió. Seguíamos en la cama, estábamos a cinco centímetros y se mordía el labio, eso me dio a entender que deseaba ese beso tanto como yo. Nuestros labios se rozaban y nuestra respiración concordaba. Decidí acortar la distancia que quedaba entre nosotros juntando nuestros labios. Empezó como un beso dulce y cariñoso y se fue convirtiendo en uno apasionada. Involuntariamente la tumbé en la cama y la seguí besando. La quería hacer mía aquí y ahora. Mi corazón latía cada vez con más fuerza y no quería separarme de ella. La quería demasiado. Lentamente le fui desabrochando el vestido y ella mi camisa. Los besos se pasaron al cuello y las caricias aumentaron. La habitación fue aumentando de temperatura cuando de repente alguien abrió la puerta de golpe.
- ¡¿Qué cojones haces Carla?! – ¿quien demonios era ese chico?

martes, 6 de marzo de 2012

Capítulo 13

Pasamos los dos días, paseando por las calles de Londres, comprando ropa para esta noche tan esperada y sobretodo habando de lo ocurrido. Nos compramos tantas cosas… vestidos, faldas, camisas, zapatos, complementos, de todo. Teníamos que estar estupendas para esta noche, teníamos que deslumbrar. Llegamos a casa, Sophie preparó la comida, ya que era una gran cocinera mientras que María y yo poníamos la mesa. Todo estaba buenísimo. Después de la comida nos pusimos a ver una película. Nos quedamos dormidas solo al empezar, suerte que un mensaje nos despertó. Era mi móvil, lo cogí y leí el mensaje “dentro de dos horas os pasamos a recoger, te quiero x x” era de Harry. No pude evitar mostrar una sonrisa. ¿Pero cuanto habíamos dormido? Mierda, ¡eran las ocho!. Estuvimos dormidas tres horas. Teníamos que darnos prisa, ya que tres chicas con un solo baño no se arreglaban tan rápido como la gente se cree. Nos duchamos una por una lo más rápido que pudimos y nos vestimos. María se puso un vestido rojo por encima de la rodilla, Sophie uno rosa palo con volantes también por encima de la rodilla y yo uno negro, bastante cortito. Todas nos pusimos zapatos de tacón, yo más altos que ellas ya que era la más bajita y con diferencia. Nos maquillamos poquito y justo al terminar sonó el timbre. María entusiasmada bajó a abrir. Nosotras dos bajamos un poco después de ella. Ahí estaban todos, realmente guapísimos. Sobre todo Harry, que me miraba de arriba abajo con una sonrisa pícara.
-   ¡Buah! Que guapas todas – dijo Niall con la boca abierta.
-   Vosotros también estáis guapísimos – en ese instante mi mirada se desvió hacia Harry, quien también me miraba.
-   ¡Vamos a pasarlo bien! – dijo Louis chillando
Salimos de casa y nos metimos en la limosina. Me senté entre Niall y María con los cuáles hablábamos de tonterías. Llegamos muy rápido, el chofer nos abrió la puerta y al salir me quedé alucinada. Estaba todo lleno de cámaras, parecía una estrella del cine. Todas avanzaron menos yo, me puse nerviosa. Alguien me rodeó con el brazo lo cual hizo que me sintiera mejor. Era Harry, que sonreía encantado. Pasamos toda la calle en silencio, hasta que entramos. Sophie bailaba como una loca en el centro de la pista y María estaba charlando al fondo de la sala con Louis. Nosotros nos sentamos en la barra, un silencio incómodo nos rodeaba hasta que decidí romperlo.
-   ¿Quieres beber algo? – fue lo primero que se me pasó por la cabeza.
Harry se giró y chasqueó los dedos, llamando la atención del camarero.
-   Que chica más guapa – bajé la mirada y de reojo vi como Harry ponía esa cara de celoso, que tanta gracia me hacía - ¿Qué quieres? Invita la casa
-   Pues… - dije dudosa
-   Ponnos dos vasos de eso por favor – le miré desconcertada - ¿Qué te pasa?
-   A no nada, que no bebo mucho alcohol, pero un día es un día ¿no?
-   ¡Claro que sí! Yo tampoco bebo mucho.
-   Eso no te lo crees ni tú – me empecé a reír.
-   ¿No te lo crees? – se acercó a mí y me empezó ha hacer cosquillas.
-   Vale, vale si me lo creo pero ¡para! – no podía parar de reírme. Cuando el camarero apareció con dos vasos se volvió a sentar en su silla. Los cogimos, brindamos y nos lo bebimos de un trago.
Estar con el chico que te gusta es como estar en el paraíso. Cada vez que me hablaba mi mirada se quedaba embobada con sus labios, cada vez que me miraba me perdía en sus preciosos ojos, todo el era perfecto.
Al cabo de un rato pedimos uno más y el que parecía ser el cuarto era el sexto. El sentido de la razón se me desvaneció y al parecer el de Harry también. No pensaba con claridad, lo hacía todo a impulsos. Nos levantamos y nos pusimos a bailar en el centro de la pista. Todos nos miraban asombrados, si hubiera estado como siempre ahora aún estaría sentada en la barra. Cuando ya llevábamos mucho rato bailando, se paró en seco y lentamente se acercó a mí. Me quedé inmóvil, aún así iba de un lado al otro de lo borracha que estaba. Cuando solo estaba a cinco milímetros de mí, perdí totalmente la razón y me lancé hacia él. Nuestros labios se encontraron, encajaban perfectamente. Pasó de ser un dulce beso, a uno apasionado. Mis brazos rodeaban su cabeza y los suyos mi cintura. Nuestras lenguas jugaban y nuestras cabezas iban de un lado a otro. Paramos durante unos segundos para coger aire. Me fijé que todos a nuestro alrededor nos miraban asombrados. No pensaba con la cabeza, así que seguimos durante unos minutos más.
-   ¿Qué te parece si nos vamos? – su sonrisa era maliciosa, por dentro quería decir que no, pero de tanto beber mis labios pronunciaron lo contrario
-   Eso no se pregunta – ¿pero que hacía? Ni Harry ni yo éramos concientes de nuestros actos.
Me cogió de la mano y desaparecimos por la puerta de la entrada. Estaba segura de que me arrepentiría de mis actos.

(Narra María)
Estaba hablando con Louis, cuando mi mirada se fijó en Carla. ¿Qué demonios estaba haciendo? Se iba a arrepentir. ¿Y ahora a donde iba? Me empecé a asustar pero ya no podía hacer nada. Louis se quedé igual de alucinada que yo. Me empezó a contar toda su historia con Eleanor y lo enfadado que estaba con ella ahora. No quería hablar con él de eso, ya que en verdadme moría de envidia. Se dio cuenta de que no me interesaba lo que le decía y me invitó ha bailar. ¡Ya era hora guapo! Estuvimos bailando animadamente durante mucho rato. Ahora si que me lo empezaba a pasar bien.

(Narra Sophie)
Llevaba mucho rato bailando con Zayn cuando un chico se me acercó. Empezamos ha hablar. Era muy simpático y no era para nada feo. Era rubio con ojos azules, un chico guapísimo. Me pidió para bailar y yo encantada asentí. Me di cuenta de que la mirada de Zayn estaba fijada a mí. Parecía celoso hasta que se puso ha hablar con una chica realmente guapa. Era alta, rubia y encima parecía modelo. Dejé de comerme la cabeza y disfrutar de la noche. Me hice muy amiga de ese chico, se llamaba Henry. Nos intercambiamos los números y seguimos con el baile. Estuve disfrutando hasta que mi mirada se fijo otra vez en él. Esta vez no me estaba mirando. Unas cuantas lágrimas cayeron por mis mejillas haciendo que rompiera a llorar sigilosamente. Ese estúpido estaba ocupado besando a esa estúpida. ¿Pero como se podía llegar a ser tan idiota? No dude ni un momento. Cogí a María del brazo y la dirigí hacia el exterior. Se lo conté detalladamente. Decidí marcharme a casa y olvidarme de ese chico para siempre. Puede que con Henry tuviera más posibilidades. María dijo que se iba a despedir. Tardo unos cinco minutos. Lo malo de todo esto era que había salido con ellos, incluso con él. Mi mirada seguía fija al suelo, no pensaba volver a caer ante sus preciosos ojos, perfecto pelo… ¿no te habías propuesto olvidarlo? Estaba segura de que eso me iba a costar.
Entramos en el coche y nos dejaron a casa. Durante el trayecto no se dijo nada lo único que hicimos fue intercambiarnos los números de teléfonos.
-   Chicas, ¿sabéis donde esta Harry? – dijo Louis preocupado
-   Ni idea, lo único que sabemos es que esta con Carla – su cara cambio de preocupado a angustiado.
-   ¿Qué? ¡No me jodas! Harry cuando esta borracho es un peligro. Esperemos que no pase nada. Espero que Carla sepa lo que haga – todos se miraron entre ellos. Nosotras no entendíamos nada.
-   ¿Ha que os referís?
-   La última vez que le pasó esto… mejor ni os lo cuento. Recemos para que no pase nada – Niall puso la misma cara que Louis.
-   Cuando sepáis algo nos llamáis ¿vale? – asentimos con la cabeza.
Nos despedimos otro vez de ellos, al único que no di dos besos fue a Zayn quien se quedó sorprendido. Se acercó a mi por la espalda y me dio un besó a la mejilla. ¿Pero que se creía ese tío?
-   ¿Estás bien? – mi cara debía parecer un cuento de lo enfadada que estaba - ¿Por qué no me has dado dos besos?
-   Esto pregúntaselo a la rubia esa ¿no? – se quedó con la boca abierta.
-   Pero Sophie…
-   ¡Vete! – le cerré la puerta delante de sus narices.
Subimos a la habitación sin decir nada. Mi cabeza no podía sacarse ese beso. Primero me dice que aún no lo tenía claro y ahora creo que lo tenía bastante claro. Decidí dejarlo y empezarme a preocuparme por Carla ¿Y si le había pasado algo? Dios mío, esto no puede estar pasándonos a nosotras. Pensé que a partir de ahora todo sería un camino de rosas ya que conocíamos a los chicos, estábamos en nuestra ciudad de los sueños y con unas de mis mejores amigas. Ahora me daba cuenta que estábamos equivocadas.

domingo, 4 de marzo de 2012

Capítulo 12

(Narra Sophie)
Odiaba esta situación. Por favor, con lo tímida que era, van y me hacían esta pregunta. No supe que contestar, bajé la cabeza y dejé que Zayn respondiera por mí. Me hubiera gustado contestar que estábamos juntos, que éramos la pareja más feliz del mundo, pero no era así y lo único que podía hacer era aguantarme. Noté como Zayn me miraba y daba a entender que le dejaba contestar a él. Así que antes de que el momento se me hiciera más incómodo contestó.
-   No hay nada de nada. Solo somos buenos amigos, ¿verdad Sophie? – se dio cuenta que mi miraba no era precisamente feliz. ¿De verdad solo quería ser mi amigo? Pensé que sentía algo más por mí, ya que nos pasábamos las horas hablando y riendo, siempre juntos.
Decidí contestar antes de que me lo volviera a repetir.
-   Por supuesto – fingí una sonrisa y fijé mi mirada al suelo.
Pasaron unos cinco minutos en los cuales ninguno dijo nada al otro, solo escuchábamos lo que decían los otros. Dije que me iba al baño y que alguien pidiera unas pizzas para comer, ya que no teníamos nada en la nevera. Les dejé solos en el comedor y fui al baño. Ahí me encerré y dejé caer unas lágrimas. La verdad no sabía el porque, solo que lo necesitaba.

(Narra Harry)
Después de que Sophie se fuera al baño, empezamos ha hablar. Louis mantenía una conversa con María y Liam, Niall estaba llamando a la pizzería y Zayn tenía la mirada apagada. No dudé en preguntar que le pasaba.
-    Tío, ¿te encuentras bien?
-   Sí ¿por?
-   Llevas diez minutos sin abrir la boca, algo te pasará ¿no?
-   Luego te cuento ¿vale?
-   Como tú quieras – sonreí.
La pizza llegó en cinco minutos. Zayn se fue a buscar a Sophie y yo decidí ir a buscar a Carla para avisarla. Salí por la puerta del jardín y la busqué con la mirada. Era enorme, con una piscina en el centro y varios metros de hierba. Era como una terraza enorme, ya que todo estaba rodeado por una barandilla desde la cual se podía ver toda la ciudad. Ella estaba apoyada en ella y hablando por teléfono. Me acerqué sigilosamente por detrás, cuando unas palabras me dejaron helado.
-   Es tan perfecto, lo tiene todo – eso se lo decía a alguien desde el móvil. No se si hablaba de mi o no, pero mi corazón se aceleró – tiene una mirada preciosa y un pelo… vamos ni te cuento.
-   ¿Quien? – dije yo sin querer. Me tapé la boca rápidamente, se me escapó. Ella se pensó que esa pregunta se la había formulado su amiga, así que contestó.
-   De quien voy ha hablar Inés. ¡De Harry, por supuesto! – me quedé aún más helado, no me lo esperaba para nada.
Al darse cuenta de que esa pregunta no se la había hecho su amiga, colgó, se giró y al verme el color de su piel no era rojo, lo siguiente. Me acerqué lentamente a ella, su mirada estaba perdida. Cuando estaba lo suficientemente cerca de ella, me miró fijamente a los ojos.
-   ¿De verdad crees que soy perfecto? – noté como sus nervios aumentaban.
-   No hay nadie más perfecto que tú – lo susurró para ella pero yo lo escuché. No quise hacer el momento más incómodo así que le pregunté.
-   ¿Hace calor verdad? – no se si lo había interpretado bien. Ella asintió, moviendo las manos en señal de calor. Entonces se me acudió una cosa, la cogí en brazos – deja el móvil en el suelo – hizo caso a mi orden y mientras me acercaba a la piscina se reía y chillaba.
-   Ni se te ocu... - no tuvo tiempo para terminar la frase ya que ya estábamos en el agua.
Empezamos una guerra de agua, nos reíamos, empujábamos. En resumen, nos lo estábamos pasado genial. Con ella todo era divertido. Me di cuenta de que estábamos en la parte más onda de la piscina y no tocaba el suelo. Parecía cansada así que la acerqué a mí. Ella involuntariamente me rodeó con sus piernas por la cintura. Tenerla así no era bueno, era una tentación para mí. Estar en un piscina a la luz de la Luna, con el cielo más bonito que nunca lleno de preciosas estrellas y encima con una chica pegada a mí me encantaba. Quería besarla, pero entonces me di cuenta de que íbamos muy rápido y debíamos hacer las cosas a su debido tiempo. El problema era que no creía que pudiera aguantar mucho más. Se acercó más a mí y muy bajito dijo:
-   Esta noche no podría ser más perfecta.
-   Mientras tú estés en mis noches, siempre serán perfectas – ahora sí, no me podía aguantar, quería probar sus labios. Pero entonces ella interrumpió mis pensamientos
-   Harry… - parecía nerviosa
-   Dime preciosa
-   ¿Estas jugando conmigo o te gusto de verdad? - ¿de verdad me pregunta esto? No tuve tiempo a responderle, ya que los chicos y María aparecieron en el jardín. Carla se separó rápidamente de mí dejando correr el agua entre nosotros.
-   ¿Habéis montado una fiesta y no nos invitáis? – dijo Niall tirándose a la piscina seguido de los demás.
Salió rápidamente de la piscina y se puso ha hablar con María, quien no se había tirado a la piscina. Que sexy que estaba, la camiseta blanca se transparentaba y toda su ropa pegada a su cuerpo me mataba. Todos los chicos al verla empezaron a bromear y silbar. Ella solo se reía. Antes de desaparecer por la puerta me di cuenta que María me miraba con cara de sorprendida. Eso daba a entender que estaban hablando de mí. Los chicos y yo estuvimos bromeando unos minutos más y entonces decidimos salimos de ella para secarnos. Nos sentamos en un banco al lado de la piscina y empezaron ha hablar. Yo en lo único que podía pensar era en su pregunta y como se la iba a responder.

(Narra María)
Estaba estupefacta, por todo lo que me acababa de contar Carla. Me alegraba mucho por ella, pero para mi opinión creo que iba demasiado rápido con él. Me la quería mucho pero creo que se hace ilusiones antes de tiempo.
Las dos fuimos a buscar a Sophie y Zayn, que estaban desaparecidos. Subimos por las escaleras y les vimos abrazados en medio del pasillo. No quisimos interrumpir, pues nos quedamos quietas al final del pasillo. Se dieron cuenta de nuestra presencia y se separaron. Él le dio un beso en la mejilla y luego se fue por donde nosotras vinimos. Cuando ya no le veíamos, fuimos corriendo hacía ella.
-   ¡Tía cuenta! ¿Qué ha pasado? – dijo Carla entusiasmada.
-   Os cuento. Cuando he subido al cuarto de baño me he puesto a llorar, al cabo de un rato alguien llamó a la puerta. No quería abrir pero él insistía. Así que le abrí, y salí del baño. Era Zayn, me empezó ha decir que lo de antes solo era para que no me sintira incómoda y avergonzada, porque él sentía algo más por mí pero aún no lo tenía claro. Entonces nos hemos abrazado y aquí estamos – parecía más aliviada
-   ¡Que mono que es! – dije abrazando a Sophie.
-   Ni que lo digas – añadió Carla
Carla se puso algo seco y después bajamos hasta el jardín, donde decidimos comernos las pizzas. Estuvimos charlando durante todo el rato, eran tan divertidos estos chicos que era imposible aburrirse. No podía parar de mirar a Louis, él siempre había sido el que más me gustaba de todos. También supe que jamás pasaría algo entre nosotros ya que él tenía novia. Me deprimí un poco pero luego me acorde de que lo conocía y pedir más era demasiado. Después de charlar durante un rato nos invitaron a una fiesta dentro de dos días. Nosotras encantadas asentimos. No podíamos estar más felices.

(Narra Carla)
Decidieron irse, ya que eran casi las doce. Nos despedimos de cada uno en el vestíbulo y luego lentamente fueron saliendo por la puerta. Antes de cerrar la puerta, Harry se acercó a mí y antes de que pudiera decir algo, se acercó más aún y junto sus labios con los míos haciendo que fuese mágico y repentino. No fue un beso muy largo, pero lo suficiente para que mi corazón se acelerara y mi mente se quedara en blanco. Todos a nuestro alrededor se quedaron boquiabiertos. Él a mi oído susurró.
-   Espero que esto responda a tú pregunta – me guiñó el ojo y añadió, pero esta vez en general – nos vemos dentro de dos días chicas - y desapareció junto con los otros por la puerta.
Estaba muy sorprendida y a la vez feliz. ¿Eso significaba que le gustaba? Cada día de mi vida superaba al anterior, eso sin duda.

viernes, 2 de marzo de 2012

Capitulo 11


(Narra Carla)
El día anterior había sido muy duro, estaba tan cansada que me dormí en dos segundos. En lo único que pensaba era en Harry, el mensaje y luego otra vez en Harry. Recordé lo que me dijo Louis “da ilusiones a las chicas” ¿y si estaba jugando conmigo? Decidí dejar el tema y levantarme de la cama. Eran las 12 pasadas, estaba sola en la habitación así que me di una ducha rápida, me arreglé y luego me vestí. Me puse una falda gris claro por encima de la rodilla con una camisa blanca básica y las mismas sandalias marrones de ayer. Salí de la habitación y fui hacia el comedor donde me estaban esperando para comer. Pasamos el resto del día entre charlas y risas.
Solo faltaba una hora para el concierto así que, cogimos lo necesario y nos retocamos un poco. Al bajar al vestíbulo para salir, Sonia la tia de María, nos dijo que se tenían que marchar a Barcelona por razones de trabajo durante dos semanas y que nos quedaríamos solas. Dijo que no hiciéramos nada de lo que arrepentirnos y que de vez en cuando la llamáramos. Asentimos, nos despedimos y marchamos hacía el concierto.
Estábamos delante de la entrada y muy emocionadas entramos y nos situamos en la sexta fila de pista. Se veía bastante bien, así que no nos movimos de ahí. Estuvimos esperando una hora, se nos pasó muy rápido ya que planeábamos que hacer al verlos. La que estaba más emocionada era María ya que nunca en su vida los había visto en persona. De repente las luces se apagaron y cinco chicos perfectos aparecieron de detrás de una pantalla. Cantaron todas las canciones del disco más unas cuantas más. Pasamos las horas cantando y chillando, ya casi no nos quedaba voz. Llegó la última canción, What makes you beautiful. Era una canción tan preciosa… y más cuando llegó el solo de Harry, mi mirada se fijó en él, perdiéndome en sus ojos. Las chicas se rieron de mi y yo con ellas. Ya había terminado el concierto, era triste pero lo que nos alegraba era que ahora les veríamos. Nos dirigimos donde se suponía que debíamos esperar. Había 10 chicas más nosotras tres. Al llegar ya pasamos hacía dentro, un guardia nos acompaño hacía una gran puerta. Todas entraron, y se pusieron rápidamente ha hablar con ellos. Me temblaban las piernas, no sabía que decir y hacer. Sophie se dirigió hacía Zayn, se puso ha hablar con él muy animadamente y María, María se puso ha hablar con Louis. Era raro en ella, ya que era tímida y le costaba entrar a la gente. Parecía muy encantada de estar con él.
Dirigí la mirada hacía Harry, estaba con la mayoría de la chicas de la sala. En ese momento sentí mucha envidia. Tenía la mirada fija en él. Giró la cara hacía mi y me vio, fue un momento muy incómodo para mí, ya que me pilló mirándole fijamente. Sonrió muy dulcemente, estaba tan absorta con él, que cuando alguien me toco el hombro, salté del susto que me hizo. Era Niall. En ese instante Harry se rió de mí, ya que pudo ver el vergonzoso momento, me miró atentamente controlando lo que hacía.
-   Lo siento no pretendía asustarte. ¿Puedo hablar contigo un momento?
-   No pasa nada, dime – le seguí hasta la puerta y al salir Niall se puso delante de mí.
-   Para empezar te quería pedir perdón, por todo lo que pasó ayer, y segundo que me gustaría empezar desde cero contigo. Nunca quise decirte eso – parecía arrepentido de verdad, así que asentí y le di un gran abrazo.
Estuvimos hablando durante un rato, al cabo de un rato decidimos entrar y reunirnos con los demás. Entramos y las demás chicas ya se habían ido, todos fijaron la mirada en nosotros, sobre todo Harry que tenía cara de querer saber lo que pasó.
-    María nos ha invitado a su casa a cenar. ¿Os apuntáis? – dijo Louis poniendo el brazo por encima de María. Ella se puso nerviosa.
-   ¡Pues claro! Nos lo pasaremos bien – dijo Zayn que estaba con Sophie en un sofá.
-   Pues perfecto, ¿vamos? – dije emocionada.
Salieron todos de la habitación, menos yo que era la última. Todos iban hablando entre ellos. Harry giró la mirada hacía mi y vino sin decir nada. Que nerviosa que estaba, ¿que me iba a decir? Tenía que controlarme. Se puso a mi lado y me miró con una cara divertida.
-    ¿Qué te pasa Styles? – dije nerviosa
-    Eso me lo tienes que decir tú ¿Qué ha pasado con Niall?
-    ¿Qué, estas celoso? – me empecé a reí, él giró la cara y se puso más serio. – no ha pasado nada, me ha pedido perdón y que empecemos de nuevo.
-     Ah, vale – dijo volviendo a mirarme a la cara – que me cuentas sobre tu vida, quiero conocerte.
-    Me llamo Carla tengo 16, la semana que viene hago 17, vivo en Manchester y no mucho más – esa no era la respuesta que él esperaba- ¿y tú? Algo que no sepa
-    Pues que estoy al lado de la chica más guapa del mundo – me guiño el ojo. Debía estar tan roja que aparté la mirada de él – me encanta cuando te pones roja – definitivamente, en ese momento creía que me moría.

(Narra Sophie)
Estaba hablando con Zayn de tonterías cuando una limosina apareció delante de nosotros. Era enorme, no bromeaba. La última vez que fui en una fue en New York pero no era ni más ni menos como esta. Zayn me abrió la puerta y entré, seguido de él que se sentó a mi lado. Carla y Harry se sentaron a nuestro lado, llevaban todo el rato hablando y riendo. La conocía perfectamente y sabía que se moría por sus huesos y Harry no lo conocía tanto, pero creo que más de lo mismo. María se sentó con Louis, ella no paraba de reírse, creo que jamás en su vida se había reído tanto. Se notaba que se lo pasaba bien. Liam y Niall se sentaron al lado de Louis.
Estaba tan cansada que me apoyé en el hombro de Zayn y en unos segundos caí en un profundo sueño.
 -    Sophie despierta – me susurró una dulce voz a mi oído – que ya hemos llegado – esa dulce voz, como no era Zayn. Llevaba soñando que me despertara así hacía años y porfin se cumplió. Me di cuenta que mis sueños ya casi ni lo eran.
-    ¡Ay! Me he quedado dormida, debo tener una cara…
-     Preciosa, esa es como esta tú cara – ¿pero como podía ser tan perfecto este chico? No sabía como reaccionar, lo único que hice fue responderle con una sonrisa.
Entramos en casa y todos se sentaron en el sofá, menos Carla que dijo que iba ha hacer unas llamadas. Salió por la puerta del jardín y seguidamente me senté al lado de Zayn. Empezaron una conversa, se reían, yo no prestaba atención solo miraba de reojo al chico que estaba a mi lado. 
-    Bueno Sophie… -dijo Niall. Fijé la mirada en él - ¿Qué hay entre Zayn y tú?
En ese instante el mundo se me nubló, sin saber que decir o actuar.

jueves, 1 de marzo de 2012

Capitulo 10



No sabía que contestarle. Nunca me había pasado esto, estar delante de un chico y no saber que decir, ponerme nerviosa solo con mirarle a los ojos, sentirme llena al estar a su lado. Podía decir que ese chico me gustaba y mucho, pero esto antes de conocerlo también me gustaba pero podía asegurar que no tanto como ahora.
No sabía que contestar, suerte que alguien interrumpió este incómodo momento.
-   Tío, ya la acompaño yo, ¿vale? Luego hablamos. Y no digas que no, que Harry tiene razón es muy peligroso – Louis me salvó del momento más incómodo de mi vida, así que no negué y salí por la puerta.
-   Nos veremos otro día, ¿verdad? – dijo Harry sacando la cabeza por la puerta, mirándome a los ojos.
-   Ni lo dudes – esa frase no parecía mía, ese chico hacia que desvariara.
Le sonreí y seguí a Louis hasta su coche, como un caballero me abrió la puerta, me senté en el sitio del copiloto y esperé ha que él entrara y arrancara el coche. Le dije la dirección y en silencio empezamos el viaje. Estaba muy nerviosa por estar en un coche con un miembro de One Direction. Louis se dio cuenta de mis nervios y decidió romper el silencio.
-   No tienes porque estar nerviosa – no despegó la mirada de la carretera pero aún así sonrío.
-    Para ti es fácil decirlo – empecé a reírme.
-    Harry me ha contado lo que a pasado antes. ¿Tu que me dices? – no pude decir nada ya que Louis añadió…
-    No te hagas ilusiones con él, suele romperle el corazón a las chicas. Me lo quiero como un hermano, pero es la verdad.  La última vez la besó el primer día, la chica se ilusionó y luego él le rompió el corazón.
-    Gracias por todo Louis. No me gustaría hacerme ilusiones antes de tiempo. Pero es que Harry…
-    Lo se – se empezó a reír y siguió - veo como le miras. Y que sepas que a él también le gustas. Él lo ha negado cuando se lo he preguntado pero por como me lo ha contado todo se puede ver de lejos. Aún así no te hagas ilusiones. ¿Vale pequeña? – Vale. Ahora si que me quería morir.
-    Vale. Eres el mejor, de verdad. Hemos hablado poco, pero ya te tengo confianza como si fueras un amigo de toda la vida.
-    ¡Tú igual! Me has sorprendido mucho, eres de las chicas más agradables que conozco – no me podía creer lo que acababa de decir, ¿de verdad le caía tan bien?
Pasamos el resto del trayecto hablando de estupideces. Le comenté que mañana iríamos a su concierto y el chico tan encantador como es, me dijo que después del concierto nos pasáramos por los camerinos. Me dio unos pases para backstage que tenia en el coche. Le conté lo de nuestra amiga y si nos podría dar una más. Él asintió sin problemas. Llegamos a casa de María, le di las gracias por todo, un beso en la mejilla y me despedí.
Cuando ya estaba en la puerta, llamé al timbre y rápidamente me abrieron la puerta. María se tiro encima de mí, hacía tanto que no nos veíamos que enseguida nos pusimos al día de lo sucedido, así dejándome pasar.

(Narra Sophie)
Llevábamos más de una hora hablando, se me había pasado tan rápido… Zayn era tan tierno y un gran amigo. Yo a su lado me sentía muy bien, completa, no me faltaba nada. Yo sabía que él jamás sentiría nada por mí, pero con solo estar con él no me faltaba nada.  Zayn me dijo que me acompañaba y sin problemas asentí. Tenía todo en la puerta para marcharme, pero cuando iba a salir, alguien me chillo desde atrás.
-    Sophie, un momento – dijo Harry corriendo hacia mí.
-    Dime
-    Si no te importa – paró durante unos segundos y luego siguió – podrías darme el número de Carla por favor.
Me empecé a reír, Zayn hizo lo mismo. Él nos miraba con cara de vergüenza, así que saqué un boli de mi bolso y le apunté el número en el brazo. Me lo sabía de memoria de tantas veces que la llamaba. Me dio las gracias y volvió al salón con los demás.
Nosotros decidimos ir a pie, ya que no estaba muy lejos. Empezamos a charlar, bromear y a reír, me lo estaba pasando muy bien y podía notar que el también. Llegamos muy rápido a casa, le di un beso en la mejilla y fui en dirección a la puerta. Antes de llamar, miré hacía atrás para ver si seguía ahí, y sí, y me estaba mirando. Desde lejos pudo chillar.
-    Buenas noches Sophie
-    Buenas noches Zayn – los dos sonreímos y cuando le perdí de mi campo de vista llamé a la puerta.
Me abrió la tía de María, Sonia. Saludé a toda la familia que estaba en el salón y luego me dirigí a la habitación donde se suponía que debían estar. Al entrar todo fueron gritos y emoción. Teníamos tantas cosas que contar que no sabíamos por donde empezar. Carla nos contó lo de Harry y Niall, yo lo de zayn y por último Carla dijo que Louis la había dado tres entradas para el backstage. No nos lo pensamos dos veces, empezamos a chillar, casi se nos salían las lágrimas. Decidimos ir a dormir para prepararnos para el día siguiente, que tenía pinta de que sería tan emocionante como el de hoy. Antes de cerrar las luces, Carla recibió un mensaje. Al leerlo abrió la boca y no dudo en leérnoslo.
-    No os vais a creer lo que pone – estaba muy nerviosa.
-     Va tía dinos – dijimos al unísono María y yo.
-     Dice “Buenas noches princesa, nos vemos mañana H.S” – paró durante unos segundos, ya que no se lo podía acabar de creer - ¿Cómo sabe mi número?
-    ¡Se lo di yo! – nos empezamos a reír todas.
Hicimos unas cuantas bromas y cuando no podíamos más, decidimos cerrar las luces y dormir. En ese momento me sentía diferente, mejor, sin duda este sueño solo acababa de empezar. Estaba con unas de mis mejores amigas, en Londres, con ellos. Esto empezó como una aventura diferente y ahora estamos aquí, dispuestas a hacer cualquier cosa por conseguir lo que más deseábamos en este mundo. Lo vuelvo a repetir, este sueño solo acababa de empezar.